Casi todos hemos visto la película de Frank Cappa, ¡Qué bello es vivir!, donde el ángel Clarence (Henry Travers) enseña a George Bailey (James Stewart) cómo sería la vida sin él. George se planteaba el suicidio y Clarence le enseñaba lo importante que había sido para la vida de muchas personas.
¿Cómo sería la vida en El Prat si Sant Cosme nunca hubiera existido? Muchas cosas serían diferentes. Una de las que siempre me he planteado, porque en casa oí muchas veces hablar sobre ello, era si hubiéramos tenido los mismos resultados en las elecciones y, por tanto, si el color político del ayuntamiento hubiera sido el mismo.
Si nos remontamos a 1979 y vemos los resultados, podemos comprobar que hubo prácticamente un doble empate entre dos partidos, el PSUC (después ICV) y el PSC.
En cuanto al número de votos, el PSUC obtuvo un 34,11 y el PSC un 33,21. Con ese resultado, y con sólo cuatro fuerzas en el ayuntamiento, hubo un pacto entre el PSUC y el PSC y la alcaldía fue para el PSUC. Posteriormente, el PSUC, después ICV, consolidó el resultado y mantuvo la alcaldía.
Pero, ¿qué hubiera pasado en esas primeras elecciones, el distrito cuarto, básicamente Sant Cosme, no hubiese votado?
Hemos consultado los resultados de 1979 y hemos eliminado los votos del distrito cuarto. De esa forma, se hubieran producido dos cambios considerables. Por un lado, el primer partido de la ciudad hubiera sido el PSC. Por otro lado, más grupos políticos hubieran tenido concejales. Como se puede ver en los distintos cuadros, ICV pasaría de 10 a 8 concejales mientras que el PSC se hubiera quedado igualment con 10. Los dos que hubiera perdido el aún hoy partido ecosocialista hubieran servido para que el PSAN y los Independientes del Prat hubieran conseguido un concejal cada uno.
Por lo que respecta al número de votos, el PSC hubiera obtenido un 34,40 e ICV un 30,34 por ciento.
No es muy difícil pensar que con esos resultados, la alcaldía hubiera sido previsiblemente para el PSC y posiblemente la historia política de la ciudad hubiera cambiado notablemente.
Cuesta pensar eso y ver, a la vez, la fijación en mantener el barrio en la marginalidad y procurar que no sea área de centralidad de la ciudad en ningún aspecto que pueda favorecer la integración y que la imagen del barrio sea vista como normal en otras zonas de El Prat.
Como curiosidad última de esos resultados, y aunque no aparezca en los cuadros, se presentó en esas elecciones un partido, el PTC del que posiblemente hablaremos en otro apunte de este blog.
Que os vaya bien el nuevo año y que Sant Cosme tenga un año mejor.
